Pastel de Jaiva.
Lo amo, me encanta y creo que podría comerme mil. Y en realidad creía que era una especie de técnica milenaria poder hacerlo y es sumamente fácil. Y barato, porque alcanza para hartas porciones y es bastante contundente.
Primero lo que tienes que tener es jaibas. Hay varias formas de obtenerla, una es comprando las jaibas enteras, cocerlas y luego sacarles la carne (que se encuentra en las tenazas mayormente) pero es harto trabajo, porque cocerlas no deja buen olor, y porque es un arduo trabajo limpiarlas, sacar su carne y todo eso. En mi caso particular preferí comprar una bandeja que ya las trae listas.
No recuerdo el precio exacto, pero taaaan barata no es, pero trae solo carne, así que al hacer la mezcla se puede hacer rendir bastante.
Ya con la carne de jaiba podemos empezar el pastel o "chupe". En una olla coloque aceite (un chorrito, o una dos cucharadas) dos dientes de ajo picado, una cebolla picada en cubitos pequeños y medio pimiento verde picado para el sofrito. Cuando vea que la cebolla está empezando a transparentar agregue la jaiba desmenuzada, y sal y pimienta a gusto.
Mientras esto se cocina, hay que rayar pan. Se puede compar el pan ya rayado, pero yo prefiero rayar uno fresco, solo hay que calentarlo en el horno, al endurecerse por el calor después es muy fácil manipularlo para rayar.
Dependiendo de cuanto quiera hacer agregar el pan rayado. Para hacerlo rendir...más pan. Luego colocar en pocillos (yo escogí de greda porque se ven más rústicos y le dan un toque más chileno) y sobre estos agregar una lámina de queso o queso rayado y llevar al horno hasta que se derrita el queso y se dore.
Y eso es todo, súper fácil y sobre todo delicioso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario